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Escritos en el viento... en el tiempo... en el silencio de otras voces

Narrativas pedagógicas 20, 21, 22, 23 y 24

IFDC. Escuela Normal “Estados Unidos del Brasil”. Ciencias del Lenguaje y su Enseñanza. Profesora: Victoria TARELLI. Alumna: Melisa DA ROSA. Narrativa Pedagógica sobre el Proyecto realizado en la  Escuela  Nº 887 de Paraje San Isidro.

Titulo de fantasía: “Conociendo otras realidades” - Titulo conceptual: “Proyecto socio comunitario de la Escuela Nº 887”.

Durante el primer cuatrimestre junto con mis compañeros de tercera instancia de Instituto de Formación Docente en el que estudio, nos dedicamos a la ardua tarea de investigación y planificación del Proyecto socio comunitario “El mundo en el que vivimos hoy”, que se desarrolló en la Escuela Nº 887 de Paraje San Isidro.

El proyecto se concretó durante dos días, el 24 y 25 de junio por la mañana y por la tarde, con la participación de seis grupos talleristas, un grupo de investigación y profesores del instituto.

El rol que desempeñé en la elaboración de este proyecto estuvo definido por formar parte del grupo de investigación. El fin de la conformación de este grupo, que nucleaba a siete integrantes de cada uno de los restantes grupos, fue realizar un relevamiento de los aspectos estáticos, dinámicos y humanos de la Escuela Nº 887 y observar los talleres realizados por nuestros compañeros para luego confeccionar un informe final sobre las experiencias vividas.

De cómo participé en los días previos a realizarse el proyecto…

En las semanas previas de los días destinados a concretar el proyecto en la Escuela, tuve la tarea junto con mis compañeros de grupo, de recaudar información sobre las características de la institución, la población (docente y alumnos), el mobiliario, los recursos pedagógicos de los docentes, etc., con el fin de informar a los demás compañeros del grupo-clase para que adecuaran sus planificaciones al contexto institucional.

El día que conocí la escuela fue, por un lado, emocionante porque recorrí lugares que hasta el momento no conocía y observé paisajes hermosos, por otro lado, desconcertante porque al llegar al establecimiento y conocer al director me di cuenta que este ignoraba la propuesta que pretendíamos realizar, mientras que con mis compañeros creíamos que había sido informado por la profesora antes de nuestra llegada.

Esta situación provocó algunas tensiones al principio que se aflojaron cuando una de mis compañeras explicó las intenciones que teníamos como grupo de investigación y presentó una nota firmada por el regente. Aclarado el inconveniente, el director y su esposa se mostraron predispuestos a contestar nuestras preguntas, por lo que, ese día me dedique a realizar entrevistas.

En los días siguientes me ocupé de tomar fotografías de la escuela desde distintas perspectivas, también de la salita y del vecindario, registrando en la cámara todo lo posible hasta que se quedara sin baterías.

Durante las visitas a la escuela un hecho que me preocupaba era el espacio físico de los cursos y las divisiones entre ellos. Estos se encontraban separados por una pared de machimbre bastante perforada y usaban como puertas (en el caso de la salita de cinco y tercer grado) unas sabanas colgadas por alambres.

Estas particularidades del mobiliario me preocupaban porque imaginaba las interferencias que se producirían al momento de realizar los talleres.

Pero todas estas tensiones y las ansiedades generadas en torno a esta problemática fueron aplacadas cuando llegado el día de la ejecución del proyecto, me encontré con la grata sorpresa de que, durante el fin de semana los vecinos construyeron un aula nueva de machimbre.

Este fue un acto de cordialidad y preocupación, a mí interpretar, por parte de la comunidad educativa, quienes sintieron nuestras preocupaciones y gracias a esta gran modificación los talleres se desarrollaron cómodamente.

De cómo participé en los días de ejecución del proyecto…

En los dos días de concreción del proyecto me dediqué a observar y registrar lo desarrollado por mis compañeros en sus talleres, por la mañana y por la tarde.

Durante la mañana me tocó observar las clases planificadas por mis compañeras para tercer grado, sobre el tema “Higiene Bucal”.

En el transcurso de la mañana desempeñé el papel de observadora participante ya que, pude interactuar con los alumnos respondiendo a sus preguntas, que generalmente eran “¿Qué nos va a dar?”, a lo que respondía…”hoy tengo que mirar como trabajan”… debido a esto fue que me llamaron la “maestra observadora”.

El que me hayan reconocido como maestra fue muy significativo para mí, sobretodo porque ese día no pude asistir con guardapolvo. Sin embargo desde el instante en que ingresé al aula todos me llamaron “maestra”, tal vez porque era alguien ajena, pero el afecto que me demostraron los niños me emocionó profundamente.

Considero que esto fue posible por el manejo y organización de la clase que tuvieron mis compañeras utilizando  estrategias y actividades adecuadas que entusiasmaron a los alumnos, posicionándose en el lugar de “maestro lector” como lo plantea Luís Iglesias en el texto de Maite Alvarado, ya que actuaron como mediadoras entre los textos que trabajaron y la lectura que realizaban los niños.

Si bien, a mi parecer, la utilización que otorgaron al texto fue “moralizante”, porque transmitía el mensaje de la necesidad y obligación de cepillarse los dientes, se tuvieron en cuenta los aspectos contextuales y la situación comunicativa entre los alumnos.

No sucedió lo mismo con un grupo de la tarde, que no logró realizar la transposición didáctica de los contenidos que pretendían enseñar a los alumnos.

Tomando como fundamento las ideas de van Dijk, en el texto de Marina Cortes “los textos marcos teóricos y prácticas de la enseñanza”, sobre que en la comprensión de un texto intervienen los conocimientos previos del lector y no solo la información que este tiene, me atrevo a afirmar que la clase fue muy expositiva. Claro que en el segundo día hubo un cambio significativo en la transposición de los contenidos.

Otra situación importante para mí que sucedió a la tarde, ya en el segundo día, fue que los alumnos de tercer año se acoplaron a la salita de cuatro y a primer grado (que estaban juntos) para mirar la representación que realizaron las compañeras.

Si bien esta situación no se descontroló (por estar todos tan juntos y apretados) hubo en un momento preocupación por las integrantes del grupo que debían entregar obsequios a los niños y debido a la presencia de los alumnos de tercer año no podían hacerlo, hasta que la maestra los hizo salir del aula.

Que ocurrieran estas situaciones era lo que me preocupaba días anteriores por el espacio de los cursos, auque no resultó ser un problema, sucedió como en algún momento lo predecimos mis compañeros y yo.

Realizar el proyecto socio comunitario en la Escuela Nº 887 de Paraje San Isidro, fue una experiencia pedagógica muy enriquecedora tanto para los miembros de la comunidad educativa como para nosotros estudiantes del profesorado.

En lo personal el contacto con otras realidades educativas de sectores de la sociedad que no cuentan con los recursos necesarios para llevar una mejor calidad de vida y educación, fue muy productivo.

Las experiencias que viví junto con mis compañeros durante los días de desarrollo del proyecto me permitieron relacionarme con mis pares de una manera muy abierta y flexible, pero sobre todo me di cuenta de la importancia de realizar un trabajo de estas características ya que conocer la realidad institucional es esencial para adecuar las planificaciones a las características de la misma y lograr así un verdadero conocimiento significativo para el alumno.

 

 Instituto de Formación Docente Continua. Escuela Normal Superior EE.UU. del Brasil. Cátedra: Ciencias del lenguaje y su enseñanza. Profesora: Victoria Tarelli. Tema: elaboración de una narrativa pedagógica. Alumna: Andrea Lukowski. Tercera instancia.

 ”De cómo podemos iniciar la lectura de textos literarios en la escuela con niños que aún no saben leer”.

Lo que siempre me llamó la atención del escenario escolar es el ambiente familiar que en él se instala, estableciendo fuertes lazos afectivos que perduran en el tiempo para ser revividos cada vez que recordamos nuestro protagonismo en la escuela.

Cuando fuimos al paraje San Isidro a visitar la Escuela Nº 887 advertí que los alumnos, los docentes y los padres se unían en la solidaridad y la ayuda mutua. La escuela era el centro de reunión, un segundo hogar, en la que todos se desplazaban sin limitaciones yendo y viniendo de aquí para allá.

Cuando ingresé a ella observé la precariedad y la falta de mobiliario, las aulas eran muy pequeñas hechas de madera divididas con cortinas de un salón principal en el que se encontraba un viejo escritorio que era ocupado por el director. El material de lectura también era escaso sólo contaban con unos pocos libros y con muchas ganas de aprender y compartir que superaban las carencias materiales.

Entramos a la salita de Nivel Inicial para ambientar el lugar en el que pondríamos en práctica nuestro proyecto, “Fabricación de títeres con elementos no convencionales”. Para estar más cómodos corrimos las mesas, pusimos diarios y telas en el piso para que los niños puedan sentarse y disfrutar de nuestro primer encuentro.

Cuando comenzaron a llegar se fueron acomodando tímidamente en la alfombra que habíamos improvisado. Yo me senté con ellos para que a través de la charla fueran entrando en confianza.

Mientras esperábamos que lleguen todos los alumnos a cada uno de los que estaban les íbamos poniendo en el guardapolvo un cartelito con su nombre.

Una vez que todos habían llegado un títere les dio la bienvenida cantando los saludos del jardín para dar inicio a la conversación con la que nos conoceríamos un poco más.

Finalmente después de jugar con palabras y canciones los niños se sentían desinhibidos y podían expresar con tranquilidad  sus deseos y opiniones, así decidieron todos juntos ponerle el nombre de “Patito” al títere con el que tanto se habían divertido.

Aprovechamos este entusiasmo para preguntarles si tenían ganas de aprender a fabricar títeres, con emoción respondieron que si. Les mostramos los muñecos que podían elaborar, nos acercamos a la mesa para trabajar. Con un poco de nuestra ayuda, con medias viejas y con retazos pudieron armar títeres de todos los colores con un estilo personal. Le pusieron nombre y los hicieron hablar.

En ese momento nos dimos cuenta que uno de los niños hablaba sólo el idioma Guaraní,  me sentí sorprendida porque en ninguna ocasión se excluyó del grupo y respondía de manera correcta a las consignas del trabajo. Pienso que esto ocurría porque él había aprendido la correspondencia entre las imágenes y los sonidos de algunas de las palabras del idioma Español, pero aún no las había asimilado totalmente como para poder expresarse utilizando la variedad de fonemas que le ofrecía la nueva lengua.

Al final de nuestro primer encuentro los alumnos nos despidieron felices, satisfechos de haber aprendido a “fabricar títeres”, sin saber que les estuvimos ofreciendo un antiguo medio de expresión oral que existió incluso antes que la escritura y estuvo presente en la mayoría de las culturas trasmitiendo ideas religiosas y políticas, historias regionales, mitos, leyendas y cuentos.

Sin embargo, a pesar de que los chicos del Nivel Inicial no cuentan aún con estos conocimientos, creo que ésta es una manera oportuna de introducir la literatura en la escuela, brindándoles a los niños que aún no saben leer  diversos textos que forman parte del “canon escolar©, para ir ampliando sus conocimientos a partir del análisis y de la reflexión de las percepciones audio-visuales que les proporciona el teatro de títeres.

 

 Instituto de Formación Docente Continua. Escuela Normal Superior Estados Unidos del Brasil. Cátedra: Ciencias del lenguaje y su enseñanza. Profesora: Victoria Tarelli. NARRATIVA PEDAGÓGICA. Alumna: Sonia Mabel AGUIRRE. Tercera instancia.

SURCANDO EL CAMINO DOCENTE ENTRE SONRISAS FELICES. “Mis Primeras Prácticas Profesionales en el Marco de un proyecto socio-comunitario”

Este es el relato de una historia vivida en la escuela Nº887 del Paraje San Isidro, en el barrio “Los Oleros”. Sus protagonistas principales son aquellas personas que en cualquier punto del planeta, hacen la escuela de cada día, es decir, los directores, los maestros, y los alumnos. En esta oportunidad, se sumaron a este listado, los alumnos de la tercera instancia del Profesorado del ISDF de la “Escuela Normal Mixta EE.UU”, quienes participaron con mucho entusiasmo de esta experiencia, en la cual tuvieron la oportunidad de hacerle un guiño al acontecer escolar, antes de continuar con el gran desafío que los convoca hasta hoy día, el de formarse para ser docentes.

Todo comenzó cuando recibimos la invitación de participar activamente de un proyecto socio-comunitario. Al principio no tenía la menor idea de qué se trataba. En particular, fue difícil engancharme. Venía de otro grupo y mis compañeras con las cuales me tocaba trabajar ya se conocían, incluso ya habían elegido el tema, el año anterior.

Tras varios encuentros y citas frustradas fui tomándole la mano y construyendo imaginariamente el recorrido a seguir, con el sentido que sólo las consultas a distintas fuentes, las lecturas a conciencia, y las relaciones con los aprendizajes anteriores pudieron ofrecer. Creo que, además de lo mencionado, lo que más me ayudó a comprender la importancia de este proyecto, fue  entender, que “la problemática de las caries”, podía llegar a cobrar sentido y ser de gran utilidad en cualquier contexto, sea éste favorable o no. Sumado a esto último, mis compañeras de grupo demostraron ser muy objetivas, con un gran sentido común y admirable capacidad de escucha, lo que facilitó el trabajo a la hora de planificar y desarrollar el proyecto. Trabajamos como  verdaderas profesionales, muy creativas y solidarias entre nosotras.

Un verdadero trabajo en equipo.

El proyecto se tituló “Una sonrisa Feliz”. En los primeros encuentros y guiados por la consigna de la docente responsable del emprendimiento, realizamos los pasos previos del recorrido. Primero planificamos, volcando en varios borradores ideas, objetivos, actividades, contenidos a abordar, materiales a utilizar y un aproximado presupuesto sobre los gastos. Y a partir de los borradores enviamos la primera propuesta del proyecto siguiendo el formato sugerido por la docente, vía internet. Lo cual nos organizó bastante la tarea.

Poner por escrito las ideas, adecuarles a un formato específico de texto, me hizo reflexionar sobre la importancia del adecuado uso de las competencias lingüísticas. Para la planificación consultamos diferentes fuentes entre ellas los NAP, el Diseño Jurisdiccional Curricular, páginas y sitios de internet, libros de Ciencias Naturales y Lengua de las secundaria,  luego de obtener tanta información,  debatimos y consensuamos hasta determinar la secuenciación de los contenidos; los objetivos a alcanzar y las estrategias didácticas , a emplear como también la metodología a seguir.

De esta forma, tras varios ajustes en el seno del grupo, encuadramos las actividades y los momentos en que se llevarían a cabo tratando de ser consecuentes con lo aprendido en la formación docente, sobre todo en los espacios de las Didácticas.

Una vez fijados los ejes del proyecto que en total consistieron  en cuatro tópicos,a saber: la Estructura y órganos de la boca; la Problemática de las caries; la Importancia del Cepillado y por último la Importancia del uso de la crema dental, cada una tomó un eje para investigar más a fondo y proponer algo interesante para abordarlo en el aula.

Así fue como preparé el segundo eje, el de la problemática de las caries y se me ocurrió exponer lo que consideraba debían aprender los niños al respecto y que ejemplificaba sobre lo que hacen las caries en las piezas dentales, si no se toma  los recaudos necesarios en la higiene bucal diaria. Esta demostración la llevé a cabo empleando una cáscara de huevo, unos marcadores y una aguja.

Varios días antes de los talleres, me había reunido con mis compañeras, para construir los recursos didácticos que se emplearían en cada taller. Poniendo a prueba de dificultades, todas nuestras ganas y capacidades. Así fue, que llegamos al día esperado con todo lo que nos propusimos.

 Llegó el día tan esperado.

Todavía recuerdo aquella fría mañana de junio y cuando digo fría, que quedo corta en mi expresión, La temperatura se hacía sentir por debajo de todos los abrigos que me había colocado sobre mi guardapolvo blanco que por cierto lo estrenaba por primera vez. De a ratos temblaba como una hoja sacudida por una fuerte briza. Pero ahora que lo pienso desde cierta distancia, creo que el frío más que de afuera salía de adentro mío, provocado por los nervios, la ansiedad y algo de incertidumbre por no conocer el contexto al que me presentaría como futura docente. De hecho todos teníamos algunos datos sobre el lugar y las limitadas condiciones de vida pero no servían de mucho para despejar el panorama.

Faltaban algunas horas aún para que amaneciera, sin embargo, no había podido conciliar el sueño. Antes que sonara la alarma de mi celular, me levanté de la cama para chequear que todo estuviera a disposición cuando me pasaran a buscar.

Antes de partir, rumbo a mi primera experiencia de práctica áulica, observé detenidamente mi habitación. Cerrando la puerta, dejaba los restos y las huellas de todo el trabajo que hay detrás de cada recurso didáctico. Todo el tiempo apostado para su realización, los nervios, los chascarrillos que provocaron se quedaban allí. Mientras que yo llevaba conmigo tan solo los productos terminados y muchas ganas de hacer mi mejor presentación.

La primera impresión...no es siempre la  que vale.

Al llegar a la escuela, observé cada uno de los espacios que la constituían y salvo por la presencia de algunas personas con guardapolvo y la de aquellos sobrios mástiles en un amplio patio de tierra jamás hubiese imaginado, que puertas adentro funcionaba allí una institución escolar con todas sus peculiaridades.

Algunos minutos más tarde, el lugar fue ocupado por más delantales blancos, esta vez la portaban personas de pequeña estatura con tímidas sonrisas y miradas de asombro. Eran los alumnos que diariamente asisten a la escuela.

Eché un vistazo alrededor de la escuela y me llamó la atención lo precario de sus instalaciones sobre todo lo que funcionaba como baño. No se divisaba ninguna canilla de agua corriente, tampoco ningún tipo de juegos o bancos los recreos.

A medida que ingresaban por el portón principal saludaban muy respetuosos y se dirigían directamente hacia la maestra y hacia el director, quienes los recibían con mucho afecto.

Minutos más tarde y tras el sonido de una pintoresca campana todos nos encontrábamos entonando el saludo a la bandera. En aquel momento me terminé de convencer de que efectivamente estaba en una escuela .aún cuando lo que había visto hasta el momento no coincidía con mis representaciones de la escuela ideal.

Una rápida presentación… y creatividad a la obra.

El ritual escolar de la formación me puso en frecuencia y a partir de este momento no volví a pensar lo que le faltaba a aquella escuela, para acercarse a la representación que había construido en mi imaginario institucional. El director de la escuela y su esposa, docente a cargo de uno de los grados, nos dieron la bienvenida, seguidamente nos presentaron y realizaron algunos comentarios. En este momento me llamó la atención la sencillez de sus oratorias, que sin caer en un lenguaje coloquial resaltaban su figura de docentes. En lo personal me sirvieron de ejemplo para tener en cuenta a la hora de configurar una estructura comunicativa frente a los alumnos. Ya que se dirigieron con respeto, objetividad, haciendo que todos los presentes mantuviéramos la atención hacia lo que estaban transmitiendo. Al respecto y después de haber vivido otras experiencias de prácticas escolares puedo establecer diferencias que me llevan a la siguiente afirmación “las palabras de un docente acercan o alejan, construyen o destruyen, despiertan el espíritu para aprender o lo apagan,  a quienes tienen la oportunidad de escucharlas” ya sea que éstas sean evocadas en un contexto desfavorable o  ideal.

Luego de la bienvenida, ingresamos cada grupo de talleristas al grado para el cual habíamos planificado los respectivos proyectos. “Una sonrisa feliz” se presentó al tercer grado del turno mañana, y a su amable maestra. Sin dar vueltas, desplegamos el escenario de lo que a continuación sería nuestra carta de presentación y un comodín para sacarlo cada vez que fuese necesario. Me estoy refiriendo a la puesta en escena de la dramatización cuyos personajes fueron los que conquistaron la atención y lograron motivar a aquellos 24 niños  y otros más que más tarde se sumaron también.

 “Una historia en Bocalandia”

El primer taller se tituló “Una historia en Bocalandia”, cuyo guión fue elaborado pensando que debería servir como disparador para el abordaje de los ejes seleccionados. Los  pintorescos personajes de la dramatización “María Muelitas”, “Míster Cepillito”, “Súper Pastita” y la dulce voz de la madre de Muelitas, estaban cargados de intencionalidad pedagógica. Aquí, la lógica que supone la organización de los contenidos a enseñar, estaban vinculados con la relación que pudieran realizar los alumnos, entre estos personajes y los aprendizajes a construir en sus estructuras cognitivas, con ayuda de nuestra intervención, por supuesto.

Los ejes del proyecto “Una Sonrisa Feliz” tenían como objetivo  principal, la concientización de ciertos hábitos de higiene y de la importancia de  la prevención, ante los daños que provocan las caries en las piezas dentales. Tras la representación, se desplegaron una serie de estrategias didácticas. La que a mi parecer, merece mención en este relato es principalmente, la que se constituyó un desafío para cada una de las talleristas, el hecho de poner  en palabras escritas lo que habían escuchado y observado, estableciendo una relación entre todo este rescate y los contenidos a abordar.

Así fue como luego de la dramatización utilizamos como estrategias didácticas, la construcción de una red semántica, luego la re narración de la obra, a través de preguntas disparadoras y por último, la elaboración de un borrador de escritura tanto individual como  colectiva que plasmaba no sólo el producto de ese rescate, de las representaciones cognoscitivas y afectivas. Puesto que las características de los personajes, implicaban, de alguna forma, los contenidos a enseñar. Esta relación se logró gracias al desarrollo de las ideas, contenidos, procedimientos y actitudes que se promovían, en cada intervención. .

 En cada uno de los momentos empleados para su ejecución,  las dificultades que se presentaron giraron en torno a los procesos de lectura y de lectura, por diferentes factores: el uso de un solo tipo de letras, la cursiva, el poco acceso a diferentes tipologías textuales, y portadores de textos, y el manejo de una limitada oralidad.

A tiempo percibimos esta notable limitación, y ajustamos la planificación otorgándole más tiempo y atención a estas dificultades, lo que me permitió reflexionar cuán importante es repensar la práctica de la enseñanza de la lengua en las aulas. Ya que lo que plantean los NAP y  los marcos teóricos  estudiados toman sentido y utilidad cuando el acontecer áulico te coloca frente a la necesidad de cambiar de horizontes y ofrecer a los alumnos propuestas diferentes que privilegien el dominio de las enseñanza de las estrategias de escritura y lectura, atendiendo a los intereses y el modo particular que uno de ellos aprende. Por la modalidad de taller que poseía el proyecto, no pudimos hacer mucho pero me probé a mi mismo que se pude realizar otro tipo de prácticas para enseñar a leer y escribir, que no sean las usuales.

Por otra parte, creo que el indicador de alfabetización científica en el ámbito de la enseñanza de las Ciencias Naturales, que se logró estuvo vinculada con la “identificación de las relaciones entre hábitos de higiene y causas de enfermedad”, evidenciado a través de las respuestas de los alumnos, que no era otra cosa que el reflejo de  la relación que lograron, entre un conocimiento científico, que les permitió conocer las causas de una amenaza para su salud bucal  y la posibilidad de tomar una decisión respecto a sus propios hábitos de higiene.

También otro desafío, en el contexto donde viven estos niños. Condicionado por la falta un recurso indispensable: el agua corriente y potable, sumado a esto la falta de recursos económicos no sólo para comprar un cepillo de dientes, y de una crema dental sino que de una buena alimentación que garantizara el calcio necesario para unos dientes con mayor resistencia a la amenaza de la falta de higiene. Y para completar el diagnóstico: la ausencia de un odontólogo que pudiera atenderlos y  a quien hacerles las primeras y necesarias consultas.

Entre tantas satisfacciones… sonrisas brillantes.

Al día siguiente, durante el primer momento,  recapitulamos todo a través de una lectura colectiva de  sus producciones, lo llevamos a cabo en el aula, y en el recreo jugando con los personajes evidencié cuan significativo había sido el vínculo que se estableció entre los personales y los niños. En un gran patio de tierra, entre juegos, gigantescas rondas, risas, muestras de aceptación y  de afecto, logramos el clima necesario para la propuesta del segundo y último taller, titulado” Dientes Brillantes”.

 Para esta jornada estuvo planificado la visita de una odontóloga que a último momento no se presentó, en su lugar repasamos y  reforzamos los aprendizajes expuestos el día anterior,  a través de  preguntas. Cuyas respuestas, nos sirvieron de instrumentos para evaluar los objetivos alcanzados hasta el momento. Para ello,  en las prácticas del primer taller y en respuesta a la relación que pudimos hacer entre su  planificación,  el proyecto institucional y el Diseño Jurisdiccional Curricular,  presentamos de manera expositiva la estructura de la boca y sus órganos internos, una sencilla demostración sobre el efecto de la falta de higiene bucal sobre los dientes, utilizando un  material concreto,  las cáscaras de huevo, y a través de una estructura comunicativa en la que los alumnos tuvieron la oportunidad de participar y demostrar su capacidad de articular y relacionar lo que  hasta el momento había observado y escuchado, con lo que se pretendía: convencerlos acerca de la importancia , tanto del cepillado como del uso de la crema dental, para mantener la boca y los dientes sano

De esta manera y a través de una estrategia interesante, que presentaba los pasos de un buen cepillado, demostraron otro indicador de alfabetización científica que tiene que ver con el” aprendizaje de actitudes responsables respecto a los hábitos de higiene”, donde el contenido aprendido era de carácter procedimental.

 Luego entre risas, demostraron lo aprendido, practicando los pasos del cepillado con una “boquita de papel” que ya se la entregamos armada para agilizar la actividad, ya que el factor tiempo no estaba de nuestro lado.

Para ofrecerles la posibilidad de practicar el cepillado y tomarlo como un acto sencillo que provoca mucho bienestar, le propusimos el cepillado real. Luego les obsequiamos a cada uno un set que contenía un cepillito,  una mini pasta dental y un bolsita con la forma  de una muelita para que pudieran guardar sus elementos de higiene y colgar en un sitio que les recordara todos los días cepillarse los dientes.

El momento del cepillado real fue otro momento jocoso, algunos se mostraban tímidos, otros en cambio lo hacían naturalmente, otros lo hacían lo más rápido posible, unos pocos miraban lejos, y  algunos intentaban hablar mientras se cepillaban, al notar esto, repasamos nuevamente los pasos, como yo era la única que no se cepillaba para dirigir la actividad les hacía hincapié sobre la importancia de realizarlo correctamente y les sugería que observaran primero a mis compañeras que si  los acompañaban con el cepillado y luego que se observasen cómo lo hacían en los espejitos que les habíamos llevado.

El poner el cuerpo y controlar sus pasos en forma personalizada creo que fue una estrategia acertada porque no noté a nadie incómodo, al contrario se los veía felices  y lo más importante con una sonrisa brillante.

Antes de finalizar con la propuesta del segundo  taller, los invitamos a comunicar sus aprendizajes respecto a lo que, a esa altura del proceso enseñanza aprendizaje, consideraban  actitudes positivas y negativas para el cuidado de los dientes. A mi parecer el indicador de alfabetización científica esta vez, estuvo dado en “ la capacidad de sintetizar todo y encontrar la manera de dar cuenta de lo aprendido”, a través de palabras claves.

De esta manera, la segunda jornada, culminó habiéndose logrado que los alumnos identificaran a la boca como órgano importantísimo del aparato digestivo, los dientes como sus órganos internos y  que cumplen diferentes e importantes funciones, a las caries como una enfermedad provocada por organismos vivos  y al cepillo  y a la crema dental como aliados importantes y necesarios para lograr y mantener una  salud bucal.

Para el  momento del cierre, luego de darles las gracias por todo lo que nos enseñaron, por la oportunidad de conocerlos y por permitirnos ofrecerles lo que habíamos preparado con mucha dedicación para ellos y pensando en ellos, les propusimos dejar sus huellas de aprendices, en una suerte de mural, en el que debían  sellar con una de sus palmas pinceladas de témpera el compromiso de cuidar su salud bucal, cumpliendo con los hábitos de higiene aprendidos.

Así y de manera sencilla, pero significativa dimos por finalizado nuestro primer acercamiento en el acontecer áulico. En lo particular, sentí que a través de esta experiencia me habría paso como docente entre sonrisas brillantes. Muy buen augurio para el siguiente tramo.

La experiencia de planificar, participar y ejecutar un proyecto que tuvo como eje fundamental la enseñanza de un contenido de las ciencias naturales y la aplicación de estrategias de escritura y lectura. El primero, me ayudó a repensar la misma, y reflexionar acerca de que el docente necesita cambiar su horizonte respecto a las estrategias que lleva al aula para alfabetizar científicamente a sus alumnos. Que nuestra sociedad necesita ciudadanos que hayan pasado por una escolaridad en la que se les haya ofrecido la oportunidad de acceder al conocimiento científico, la comprensión del mundo de los fenómenos y la posibilidad de indagar diferentes fuentes que lo ayuden a tomar decisiones respecto el mundo. El segundo eje, me aclaró las dudas sobre la importancia de practicar todo lo que aprendimos en la formación docente respecto a la enseñanza de la lengua.

 Quizás el proyecto “Una sonrisa Feliz” solo fue un primer aproximación a esto de enseñar ciencias naturales de manera distinta a las usuales prácticas áulica. Tal vez no se pudo lograr más indicadores de alfabetización  científica o aquellos nombrados en este escrito dejaron huecos en las estructuras mentales de  los aprendices, pero en este tramo del recorrido en el  que se nos pide  que reflexionemos hasta por el aire que respiramos durante las primeras prácticas profesionales creo que es importante dar cuenta de un antes y un después del recorrido por este espacio curricular de las Didácticas de las Ciencias Naturales”  y de las del Lenguaje en las que en lo personal aprendí más del sentido de la alfabetización del claro ejemplo de su docente responsable de la cátedra que de los años cursados en la formación docente.

Y tal vez no se pudo dedicarle más tiempo a fijar los pasos para planificar la escritura y desarrollar hábitos de lectura, pero esparcimos las semillitas para un cambio de actitud frente a la enseñanza de la lengua. 

En síntesis, como dice el texto de Melina Furman leído y reflexionado  “se hace camino al andar”. Y en esto de enseñar no sólo se aprende de la experiencia propia sino que además hay que valorar los buenos ejemplos del ser docente.

Feliz de haber llegado hasta aquí, con este  relato de una experiencia pedagógica, la primera del largo recorrido de la profesión docente, una última reflexión respecto al tema que me ha convocado a transmitir mi experiencia, mi parecer y mi visión, “el cambio sólo puede darse si empieza en uno y el sentido y la utilidad que cada uno sea capaz de transmitir sólo podrá ser aprendido si uno antes logra asimilarlo para la vida misma, ya que el acontecer de las ciencias está presente en todos los ámbitos de la vida.

 

Instituto de Formación Docente Continua. Escuela Normal Superior EE.UU del Brasil. Cátedra: Ciencias del lenguaje y su enseñanza. Profesora: Victoria Tarelli. Alumna: Yanina Bermüller

NARRATIVA PEDAGÓGICA. Hola!!! Yo me llamo… El arte visual y plástico como  reflejo de la historia, la cultura aún en niños de nivel inicial.

En nuestras primeras prácticas en el IFDC fuimos a la escuela N° 887 en un barrio alejado de la cuidad, que me conmovió porque hasta ese momento no me había imaginado que en alguna parte de nuestra comunidad podría existir un lugar así, con un paisaje diferente, caminos de tierra, un grupo de casas algo alejadas unas de otras y en el horizonte el verde de la vegetación que rodeaba a ese lugar. También pude inferir que todos tenían el mismo oficio porque en los patios observé los ladrillos que evidentemente eran fabricados por ellos.

Nuestro taller estaba destinado a Nivel Inicial y consistía en la construcción de títeres. Los niños estaban sentados en el piso observando detenidamente mientras nosotras, las talleristas, les mostrábamos los diferentes títeres, los materiales con los que estaban hechos, como se usaban, como lo hicimos…

Los alumnos se veían interesados , atentos y serenos. En ese momento me sentía por un lado tranquila porque podíamos desarrollar las actividades sin dificultades ni interferencias, y por otro, confusa   al no advertir si comprendían lo que les explicábamos o si les iba a interesar el taller que le proponíamos realizar.

Después, nos ubicamos en una mesa donde estaban todos los materiales para comenzar armar los títeres que cada uno eligió según su preferencia.  Ellos estaban entusiasmados, activos pero siempre mantenían la disciplina, nosotras de igual manera, estábamos dispuestas a ayudarles guiando  sus labores.[1]

Luego, los niños debían ponerle un nombre a sus obras plásticas. Que nos sirvieron de recurso para cumplir con nuestro objetivo de que no solo sea una construcción manual, sino que ellos logren “cultivar el habla y enriquecer su expresión …”[2]  vivificando la imagen que habían creado poniéndole un nombre.

Yo esperaba que ellos le pongan un nombre original, algo que a ellos se les ocurra por si solos. Algunos lo lograron otros no. Entonces debíamos darles ideas a través de preguntas y ejemplos para que surjan de ellos lo que sentían. Me desesperaba porque quería que ellos lograran pensar en un nombre insólito.[3]  

Así fue como nos dimos cuenta que uno de los infantes era de nacionalidad paraguaya, porque el nombre que eligió para su muñeco fue en Guaraní.

A todas nosotras nos llamó la atención. A mi en particular me sorprendió, puesto que al comenzar el taller estaba preocupada por como sería el desarrollo de la práctica, y además si todo saldría como lo habíamos planificado. Nunca me imaginé que alguno de ellos no hablaba en Castellano. Entonces consideré  interesante que él haya participado en nuestro taller.

Guido, así se llamaba el niño, se llevó la atención de todas nosotras y de las demás talleristas de los otros cursos. Él se mostró alegre, desinhibido haciendo muecas y piruetas con sus títeres para divertir a su “público”.

Hoy puedo repasar lo vivenciado en esa ocasión y pensar en como Guido consiguió  comprender las consignas sin imitar a sus compañeros en su trabajo. Al vivificar su títere pudo dar a conocer su historia, su cultura, su idioma…

A pesar de que nosotras en ese momento no nos dimos cuenta, el arte le permitió a este niño reflejar  quién era él, le permitió mostrar su identidad sin prever ni pensar en ello. [4]

Es así como este tipo de actividades es un medio para lograr entendernos y conocernos como asimismo es útil para cumplir objetivos didácticos de construir conocimiento y estrategias propias de aprendizaje sin importar el espacio curricular.[5]

 

IFD Escuela Normal Superior EE.UU del Brasil - Ciencias del Lenguaje y su didáctica. Prof.: Victoria Tarelli. Alumna: Patricia Mancini - Narrativa pedagógica “CEPILLOTECNIA. De cómo los alumnos de 3º año se convirtieron en expertos en el cepillado de los dientes”.

Este proyecto con modalidad aula-taller e integrador entre diferentes áreas del conocimiento, realizado en terreno compartido: Escuela Normal Superior “Estados Unidos del Brasil” y Escuela Nº 887 del Barrio Oleros Unidos del Paraje San Isidro de Posadas, fue llevado a cabo los  días 24 y 25 de junio de 2008 por nosotras, alumnas de la tercera instancia del IFDC.

Nuestro equipo de trabajo, compuesto por cuatro audaces e inteligentes estudiantes: Niña, Cecilia, Sonia y yo; Patricia, se proponía, después de una ardua labor de casi dos años en el área de Tecnología, brindar todo su conocimiento y experiencia desarrollada en la toma de conciencia de la necesidad e importancia de tener un control médico bucal o de la necesidad e importancia de la salud bucal. Destinada a 18 niños de 3º año de una escuela muy pequeña y de joven trayectoria. Las seis aulas estaban armadas  con tablones de madera que hacían de divisoria, a la vez que servían de espacio para alguna decoración o lámina realizada con esfuerzo por los maestros. Estos dedicaban su valioso tiempo a pequeños del barrio imposibilitados de concurrir a otro establecimiento por distintas razones: lejanía, medios, situación económica, entre otras.

En mi evocación está presente el segundo día del desarrollo del taller, donde transcurría una típica mañana de invierno posadeño; húmeda, fría, con una pura y tenue brisa que se mezclaba con el olor del humo que salía de las chimeneas de las casas y  una fragancia que solo me hacía recordar a esa mañanas de mi niñez en las que  asistía a clases. Entre nostalgias y sentimientos encontrados, entraba a la escuela, con varias bolsas cargadas de materiales didácticos, con los que me proponía construir nuevos conocimientos con los niños. Cuan grande sería mi sorpresa, al ver a los niños de 3º año acudir con alegría a saludarme diciendo: -¡Cepillito, cepillito, viniste!; ¡Viniste maestra! Este recibimiento fue producto de un disfraz de cepillo de dientes usado el día anterior en una pequeña dramatización que realizamos con el equipo, el que volvería a emplear durante toda esa jornada. Entre abrazos y sentimientos de alegría y emoción nos dirigíamos hacia el  amplio patio de tierra colorada, en cuyo centro permanecían helados los mástiles vacíos, únicos dueños y apoderados de levantar en alto nuestros pabellones, símbolos de identidad como nación y provincia. Siendo las 7:30 de la mañana, el director tocaba con vigor una olla gigante que colgaba de uno de los tirantes de madera que formaban parte del techo de la escuela y hacían las veces de campana llamando a los niños a la formación. Un representante de cada grado ayudaba a sostener las banderas mientras la canción “Aurora” era la invitada, en esta ocasión, a ser entonada por los pequeños. Nuevamente florecieron recuerdos infantiles en mi interior que fueron la causa de algunos lagrimones exaltados que querían pasar desapercibidos, pero brotaban con mayor intensidad a medida que transcurría tan dulce canto.

Caminando en fila, entrábamos al aula. Ya todos sentados y con mi compañera tomando asistencia, aproveché el momento para disfrazarme de “Mister Cepillito” (superhéroe de la dramatización) pues comenzaría a desarrollar mi clase que, como mencioné, se trataba del cuidado de los dientes y prevención de las caries a través, en este caso, de un completo y perfecto cepillado. Traté en todo momento de mantener la dinámica e interactuar con los niños.

Comencé la clase indagando: ¿Les parece que es importante cepillarse los dientes? ¿Por qué? ¿Qué puede suceder? La respuesta de los niños fue casi unánime. - “Podemos tener caries”. Sí, contesté, pero ¿Qué es lo que produce la caries? –“Comer caramelos, no lavarse los dientes…”. Exacto, lo que sucede es que si no nos lavamos bien los dientes y además comemos muchos dulces existen uno pequeños seres vivos llamados bacterias que se acumulan en la boca formando la PLACA BACTERIANA. Un niño me pregunta: -“¿Qué es eso?”, otra niña responde: “viste cuando te levantás y tenés pegajosa la boca, eso es”. Sí, muy bien porque uno de los momentos en que se forma la placa es por la noche y más aún si no nos lavamos antes de ir a dormir. Traté de explicarles con términos acordes a sus conocimientos: “es una capa sin color y algo pegajosa que se forma y se pega todo el tiempo en nuestros dientes y es lo que provoca las caries, otras enfermedades en la boca y hasta la pérdida de los dientes”. Les propuse entonces, con mi ayuda, producir un pequeño texto[6] en un afiche indicando algunas buenas acciones que impedirán la formación de la placa y consecuentemente, de caries. La producción fue, a partir de este título:”Para eliminar la placa bacteriana y prevenir las caries hay que”; Limpiar los dientes después de cada comida. El cepillado de la noche antes de irse a dormir es el ¡MÁS IMPORTANTE! Tratar de evitar consumir muchas golosinas y azúcares. SIEMPRE cepillar los dientes luego de comer cosas dulces.

A continuación abrimos nuevamente el diálogo con la pregunta: ¿Cómo se cepillan ustedes los dientes? ¿Creen que realizan un buen cepillado? Algunos contestan: -“¡Sí!”, otros “¡No!”, “¡No sé!”. –Hoy vamos a aprender como se realiza un buen cepillado y; como ustedes van a ser expertos, les podrán enseñar a otras personas: sus papás, hermanos y otros familiares. . Un niño me dice: “maestra yo le voy a enseñar a mi hermanito”.  Para explicarles la técnica y los pasos del cepillado utilicé cinco imágenes, con sus correspondientes epígrafes, pegadas en un soporte realizado en la segunda instancia (flor del conocimiento, hecha en telgopor, de vivos colores, ubicada en un pedestal de ventilador, con un rulemán que permitía el movimiento). Además distribuí a los alumnos un cepillo de dientes y una mini boca hecha en cartulina (la idea era que la armaran pero a falta de tiempo las llevé construidas). Retomando lo que mis compañeras habían expuesto, comenzamos a explorar las mini bocas, contamos los dientes, reconocimos la ubicación de cada uno, pintamos las encías. Leíamos entre todos las inscripciones de las imágenes pegadas en la flor y practicábamos varias veces la técnica en las bocas con el cepillo. Pedí la participación de uno de los niños para que enseñara a la maestra y a sus compañeros todo lo que había aprendido. Desde su banco, parada iba explicando con sus palabras y sin necesidad de mirar las imágenes, todos los pasos para un buen cepillado. Todos aplaudimos su logro y luego surgieron preguntas como:” ¿por qué tenemos que cepillarnos la lengua?” “¿es importante?” “¿no te hace mal, no te lastima?”. Claro que sí, es muy importante, debido a que la lengua guarda gran cantidad de bacterias como los dientes, pueden provocar caries, así como placa. Contrariamente a lo que se piensa, el tener este habito no daña para nada tu sentido del gusto, ni lastima, por el contrario ayuda a tener un aliento fresco. A continuación expuse unas consideraciones finales como: No compartir el cepillo de dientes con nadie (ni con familiares ni amigos), porque al cepillarnos los dientes a veces hay sangrado y allí se transmiten enfermedades. Renovar el cepillo en lo posible cada 3 meses. Tratar de usar un cepillo de tamaño adecuado para que pueda llegar a todas las superficies de los dientes, aprovechando la ocasión para bromear dije: no usarán a Mister Cepillito para lavarse los dientes! (risas) y por último, no utilizar el cepillo para nada diferente del cepillado de sus dientes.

Tomando la palabra, propuse armar nuevamente un pequeño listado en un afiche con estas consideraciones. Después de realizado el texto, pregunté: observando los dos textos realizados y el que está en la flor, ¿encuentran alguna similitud? ¿Indican algo? ¿Proponen pasos a seguir?, “Sí, respondieron. Nos dicen lo que tenemos que hacer para cuidar los dientes”. –Muy bien, pero… ¿saben cómo se llaman estos textos?, instructivos[7]: porque indican acciones que deberían ser  realizadas. Pido a un voluntario que escriba en los afiches el nombre del texto.

Finalmente todos juntos concurrimos al patio para practicar el cepillado real siguiendo las instrucciones que mis compañeras leían a medida que lo concretábamos, pero antes utilizamos todos” los reveladores de placa” (líquido rojo), explicando a los chicos que:” son productos que actúan a modo de  descubridores a través de tintes vegetales que colorean la placa.  Además es posible saber si nos cepillamos bien o localizar los lugares donde nos hace falta intensificar el cepillado.   Son absolutamente inofensivos y desaparecen con el enjuague suave. El uso es simple y como es líquido debemos realizar gárgaras durantes 10 segundos, escupir el resto y enjuagar. Vamos a hacerlo y vemos que sucede observando los dientes en el espejo. ¿Qué puede ocurrir? ¿Encontraremos teñidas las zonas donde la placa no ha sido removida o no? ¿Qué opinan?” Un niño dice: “Yo creo que sí porque me cepillé apurado hoy y me va a manchar todo”, ¿lo comprobamos entonces? ¡Sí!, ¡Sí!   Resultó que todos, en mayor o menor medida, terminamos con manchas rosadas indicando la presencia de placa. Así pudimos realizar la práctica correcta del cepillado.  Los niños,  con los cepillos que les habíamos entregado, un vaso, una servilleta y un espejo y yo con mi cepillo personal y todo lo demás. Como el agua teníamos que buscar en la casa de familia de alado llenamos varias botellas y termos para que pudiera alcanzar para todos.  La experiencia fue fantástica, aprendimos la técnica y también a cepillarnos en los lugares que teníamos placa, además siempre la lengua, aunque no sea tan agradable. Todos notaban la diferencia en sus dientes: “están más blancos Cepillito, mirá”. En la foto sus sonrisas eran perfectas y radiantes…

Entonces, podría decir, a mis queridos futuros colegas que leen este relato: espero que esta práctica haya sido relevante para su tarea desde mi corta experiencia. Solo siento que es muy importante en la vida observar, escuchar, sentir; poner nuestra percepción integral en funcionamiento, aquel mecanismo para captar todos aquellos detalles que hacen del lugar donde habitamos y del segundo que vivimos un tiempo único e irrepetible. Y esto es aplicable para cualquier labor que realicemos, incluso en la tarea cotidiana que elegimos: EDUCAR Y APRENDER.

 

 



© Bombini Gustavo, “La literatura en la escuela”.

[1] En estos hechos, podemos advertir que existe relación entre, la manera en que nos comunicamos con los alumnos a través del habla en el cual  debían reconstruir sus nociones acerca de nuestra explicación de los recursos materiales y gráficos que utilizamos, con lo que expone Van Dijk, (autor que nombra Marina Cortés en “Los textos. Marcos teóricos y Prácticas de enseñanza”), sobre el nivel pragmático, la macro estructura, la intención comunicativa y la reacción del receptor.

[2] Maite Alvarado. “Enfoques de la enseñanza de la escritura”

[3] Beugrande y Dressler sostienen que la comunicación es la manipulación de unidades y modelos estructurales que operan para transmitir significado e interacciones de hablantes durante la comunicación. (Marina Cortés. “Los textos. Marcos teóricos y Prácticas de enseñanza”).

[4] “…darles la palabra significa darles la oportunidad de expresarse, de hacerse oír, de hacerse entender y valorar su propia realidad y su cultura.”  (Maite Alvarado. “Enfoques en la enseñanza de la escritura.”)

[5] Maite Alvarado plantea que la psicología cognitiva  promueve la construcción de modelos mentales por parte de aprendices y a desarrollar estrategias para acceder a ellos cuando lo necesiten. También expone que la ausencia en la enseñanza de la escritura es la experimentación con la lengua, bajo la forma del juego, la poesía, el disparate o el humor. 

 [6] ALVARADO, Maité. “Enfoques en la enseñanza de la escritura”. Coord. (2001): Entre líneas. “Teorías y enfoques en la enseñanza de la escritura, de la gramática y la literatura”. Bs.As. FLACSO.

 [7] CORTÉS,Marina. “Los textos. Marcos teóricos y prácticas de enseñanza”. En: ALVARADO, M. Coord. (2001): Entre líneas. “Teorías y enfoques en la enseñanza de la escritura, de la gramática y la literatura”. Bs.As. FLACSO.

 

 

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